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CAPITULO 1
-A los padres les encanta ver
sonreír a su bebé. No es raro que acerquen la cara a la suya, le hagan ruiditos
y sonrían efusivamente. Anhelan una respuesta, la cual no tarda en llegar: se
forman hoyuelos en las mejillas, se arquean los labios y brota una deliciosa
sonrisa infantil que, a su modo, parece expresar afecto, un naciente amor que
corresponde al de los padres.
La sonrisa del
pequeño nos recuerda una importante característica de la naturaleza humana.
Ante el amor, nuestra reacción espontánea es amar; así es como estamos hechos
.Con los años, aumenta la capacidad de respuesta. Tal vez nos vengan a la
memoria las muestras de afecto que nos dispensaron nuestros padres, parientes y
amigos en la niñez. En nuestro corazón echó raíces un cálido sentimiento, que
creció y dio por fruto actos con los que correspondimos al cariño
recibido-.
De niño me encantaba leer esos párrafos,
recuerdo que me sentí como si esas palabras la habías escrito alguien que se
inspiró en nuestros partidos por la tarde, mi papa me decía que antes su padre
le contaba que era muy común que las personas se amaran unos a otros
incondicionalmente, incluso sin haberse visto antes, o con tan solo una mirada
se podía hacer una conexión tan fuerte como el amar a alguien, las historias de
amor que a veces me leía mi papa eran inspiradas en hechos reales.
A pesar de eso,
ahora no era así, y era difícil creer algún día lo fue, si le leías eso a
alguien no comprendería de lo que hablas, pero yo sí, sabía exactamente a lo
que se refería, lo siento todos los días que mi papa llega a casa, cuando me
cargaba en sus brazos y me subía en sus hombros, los vecinos pensaban que mi
papa no estaba para nada cuerdo, pero para mí ellos eran los que estaban mal.
Luego de pasar días tan difíciles en la calle y ver tantas injusticias y
crueldad y volver a casa solo para tratar con una depresiva madre era muy fácil
perder las esperanzas en la humanidad, pero mi papa no era así, no se daba por
vencido fácilmente. Aunque mi mama estuviera deprimida el seguía tratando de
sacarle una sonrisa y se aseguraba que estuviera siempre lo mejor posible.
- PAPA
¿Después de volver al trabajo no hay veces que preferías renunciar y no volver
a salir y simplemente olvidarte de todo, como puedes mantenerte tan vivo al
regresar, como puedes seguir confiando en la personas de esa manera? , ¿Por qué
a ti no te afecta como le afecto a mi mama? - un día le pregunte, el no aparto
la vista del coche verde al otro lado de la calle -.
- -
No debemos perder la fe en la humanidad, que es como el océano, no se
ensucia porque algunas de sus gotas
estén sucias – Lo mire confundido – MAHATNA GHANDI , tu abuelo siempre solía
leerme sus frases favoritas, siempre me decía : La esperanza y la Fe es lo
último que se pierde hijo – Recito colocando voz de anciano y encorvándose un
poco mientras me agarraba el hombro , lo que me hizo reír mucho – No porque las
cosas ahora estén mal significa que siempre lo estarán, todo es pasajero ,
incluso los problemas , excepto la felicidad ese siempre tiene que estar allí ,
las situaciones y problemas que te rodean no pueden afectar tu felicidad , ni
deben hacerte perder la fe ni la confianza en ti mismo , porque si lo haces es
como si te perdieras a ti mismo , como si dejaras que los problemas se comieran
todo lo bueno que forma parte de ti , y tú mismo , y no puedes privar al mundo
de semejante joya .
- Él
era así , era como si estuvieras de pie en medio de una fuerte tormenta y
alguien te extendiera un paraguas , a veces podía hacerte olvidar todo con un
chiste despreocupado , o hacerte razonar con una de sus muchas frases y poemas,
y de verdad que son muchas , mi abuelo le dio un cuaderno grueso de cuero con
muchas citas y mi papa lo siguió llenando creo que aún no lo ha logrado
terminar , me pregunto si me dejara verlo un día , o si incluso me dejaría
escribir mis propias citas allí , eso sería verdaderamente hermoso, algún día
lo leeré sé que él me lo permitirá, tal vez cuando sea mayor y le tenga que
explicar a mis hijo por que la humanidad es hermosa a pesar que algunas de sus
gotas estén sucias.
Algo es seguro, a pesar de todo él nunca se rindió,
él no era mi mama.
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