Alguna vez ha tenido una persona a tu lado, que con solo dedicarle una mirada ya descubrían sus más oscuros pensamientos, podían incluso reír sin parar sin necesidad de hacer un chiste, podías abrirle tu corazón y tu alma sin temer al rechazo, llamemos a esta sensación el Acto 1. (Acto 2) Alguna vez te han forzado a alejarte de esa persona, con la mísera excusa de que no es una buena amistad para ti, porque lo que los demás ven no es lo mismo que vez tú.(Acto 3) Y comienzas a preguntarte si tendrán razón, si el del problema eres . 
(Acto 4) No es fácil encontrar a la persona que te complementa perfectamente y que esa persona, o más bien quien creías que era esa persona, en realidad no sea más que lo que tu quisiste ver en ella, y que a la verdadera persona bajo esa idea, (Acto 5) descubras que le temes. 
(Acto 6) ¿Qué harías entonces? (Acto 7) Abandonarías esa amistad que a tu parecer te complementa pero que los demás dicen que te absorbe, y te destruye, o la conservarías sabiendo que los demás tienen razón, tal vez pienses que es mejor abandonarla, pero sabes que al momento que hagas eso es como si te quitaran vendas de los ojos, debes enfrentarte a una realidad desconocida y aterradora, la persona que creías que te mantenía en pie, y que enfrentaba las dificultades y el lado adverso de la vida, lo haz dehesado para siempre como una basura, después de esto (Acto 8) podrías regresar a su lado pero, ¿Sera lo mismo? O empezaras a ver imperfecciones y defectos donde antes no lo veías. 
Este mismo dilema me lo pantee hace meses atrás, con mi mejor amiga Daniel, los últimos días encerrada en mi cuarto no he hecho mas que buscarle sentido a todo, y preguntarme ¿Cómo fue que llegue aquí?

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